lunes, 4 de octubre de 2010

EL CANTAR DE LOS CANTARES



CANTAR DE LOS CANTARES

Es una colección de poemas eróticos que forma parte de la Biblia, y también del Tanaj, Biblia hebrea, llamada así por los hebreos para expresar su excelencia, se le atribuye a el rey Salomón que vivió hacia el 1020 a.c. y hay fuentes que afirman que le cantaba a una princesa egipcia.

La Iglesia en el oficio eclesiástico lo cita en número plural, Cantica canticorum, tal vez para denotar que es un conjunto de siete cantares. El sabio y obispo señor Bossuet, y otros Expositores dicen que este libro es un epitalamio, esto es, un poema que se hizo para ser cantado en los siete días que duraba entre los judíos la celebración de las bodas.

Los judíos y la Iglesia han mirado este libro de los Cantares como un poema alegórico, bajo la imagen de una perfecta unión conyugal.

Es un diálogo entre dos amantes que, separados, se desean ávidamente, después se reúnen y cantan al amor, se vuelven a separar y por fin llegan a poseerse definitivamente. Se dicen cosas como:

Esposa. Como el manzano entre árboles silvestres y estériles, así es mi amado entre los hijos de los hombres. Me senté a la sombra del que tanto había yo deseado, y su fruto es muy dulce al paladar mío. Me introdujo en la pieza en que tiene el vino más exquisito, y ordenó en mí el amor.

Esposo. ¡Qué hermosa eres, amiga mía, qué hermosa eres!, como de paloma, así son vivos y brillantes tus ojos, además de lo que dentro se oculta. Tus cabellos dorados y finos, como el pelo des rebaños de cabras que vienen del monte Galaad. Tus dientes blancos y bien unidos como hatos de ovejas trasquiladas, acabadas de lavar, todas con dobles crías, sin que haya entre ellas una estéril. Como cinta de escarlata tus labios, dulce tu hablar y sonoro. Como cacho o roja corteza de granada, tales son tus mejillas, además de lo que dentro se oculta.

Tu cuello es recto y airoso como la torre de David. Tus dos pechos son como dos gamitos mellizos, que están paciendo entre blancas azucenas. Hasta el caer del día, y el declinar de las sombras, subiré a buscarte al monte de la mirra, y al callado del incienso. Ven, desciende del Líbano, esposa mía, vente del Líbano. Tú heriste mi corazón, oh hermana mía, esposa amada, heriste mi corazón con una sola mirada tuya, con una trenza de tu cuello.

¡Cuán bello son tus amores, hermana mía esposa!, más agradables son que el vino exquisito; y la fragancia de tus perfumes o vestidos excede a todos los aromas. Son tus labios, oh esposa mía, un panal que destila miel; miel y leche tienes debajo de la lengua; y es el olor de tus vestidos como olor de suavísimo incienso.

Esposa. Venga, pues, mi amado a su huerto, y coma del fruto de sus manzanos.

Esposo. Ya he venido a mi huerto, hermana mía esposa; he cogido ya mi mirra con mis aromas; y he comido mi panal con la miel mía; he bebido mi vino con mi leche; y he dicho: Comed vosotros, oh amigos, y bebed, carísimos, hasta saciaros.

jueves, 9 de septiembre de 2010

GARCÍA MÁRQUEZ: NOBEL DE LITERATURA AL REALISMO MÁGICO Y A LA HISTORIA LATINOAMERICANA




LUEGO DE CONVERTIRSE EN UN LAUREADO ESCRITOR, EL GABO SE CONSAGRÓ COMO MODELO DE LA CULTURA NACIONAL, LATINOAMERICANA Y MUNDIAL. SUS GRANDES CONTRIBUCIONES Y CONOCIMIENTOS EN GRAN VARIEDAD DE TEMAS, MARCARON UNA IMPORTANTE INFLUENCIA EN LAS LETRAS HISPANAS.

A 26 años de haber sido galardonado con el Nobel de Literatura, el escritor colombiano Gabriel García Márquez, su obra y su enseñanza, ha recorrido las venas literarias del mundo entero, diseminando sus conocimientos y su gran influencia como uno de los mayores ejemplos de la nueva literatura de nuestro continente, donde se fusiona el realismo mágico, el contexto social, la realidad colombiana y en general, latinoamericana.

La vida y obra del insigne escritor colombiano, nos pasea por un sin número de narraciones, personajes, anécdotas y hazañas de un mundo mágico, que García Márquez entrega para honrar y reivindicar a cada uno de los pueblos de nuestra América. Su labor es resaltar un pasado rico en historia, un presente noble y verdadero, para reflejar un futuro galopante, emergente y auténtico.

El Gabo, como llaman cariñosamente al Nobel de Literatura, llega a convertirse en un personaje más de sus propias creaciones, su imaginación sin límites no se escuda en un premio para continuar su siembra literaria, pura y mágica.

SU VIDA

En un pequeño pueblo de la costa atlántica de Colombia llamado Aracataca, nació un domingo 6 de marzo del año 1927, uno de los más grandes exponentes de la nueva literatura latinoamericana. Un hombre que consagraría sus estudios, sus experiencias y su vida al servicio del periodismo, las leyes y las letras.

Conocido en el ámbito familiar como Gabito (hipocorístico guajiro para Gabriel), posteriormente un compañero del diario bogotano El Espectador, José Salgar, lo llamaría Gabo, para dar un seudónimo de conocimiento mundial al periodista y escritor colombiano Gabriel José de la Concordia García Márquez.

Fue criado por sus abuelos maternos, el coronel Nicolás Márquez y Tranquilina Iguarán, en Aracataca, pero a la muerte de éste, se mudó con sus padres a Barranquilla para culminar sus estudios de secundaria. Luego en Bogotá, comenzaría una carrera en Leyes y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Colombia que más tarde abandonaría para trabajar como columnista y reportero en el diario El Heraldo, a finales de 1949.
Años después, se desempeñó en Bogotá como reportero y crítico de cine, trabajando para El Espectador.

Tuvo dos hijos con su esposa Mercedes Barcha (Rodrigo y Gonzalo), con la que el 22 de marzo de 2008 Gabriel García Márquez celebró sus bodas de oro.
Como corresponsal de Prensa Latina en 1961, vivió en Nueva York, hasta recibir críticas y amenazas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la cual atacó duramente su trabajo periodístico, así que decidió instalarse en México.

Cien años de soledad, ha sido la obra más celebrada y reconocida del escritor, la cual vio la luz en 1967. La novela es considerada un gran referente del Realismo Mágico, y cuenta la historia de la familia Buendía en la fantasiosa localidad de Macondo.

A partir de 1975, García Márquez vivió entre Cartagena de Indias, La Habana y París, pero desde 1981, ha residido permanentemente en México.

La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), llegó en 1994 de la mano de sus fundadores García Márquez, su hermano Jaime y el abogado Jaime Abello. El propósito de esta institución, es que jóvenes periodistas puedan aprender con maestros del oficio como Alma Guillermo Prieto, Javier Darío Restrepo o Jon Lee Anderson, en busca de renovar sus vocaciones y aprender a hacer un mejor y moderno periodismo.

Según la opinión del geógrafo y crítico literario Wolfgang R. Vicent V., los aportes más resaltantes de Gabriel García Márquez hacia la literatura latinoamericana, tienen que ver con el hecho de haber convertido en "universales las cosas cotidianas que le pasan o le han contado a cualquier latino en su terruño, el haber conjugado la fantasía, la realidad y la historia y haber construido con una prosa sencilla pero muy culta a la vez, sentimientos y pasiones que los latinos tenemos en lo más profundo de nuestro ser, y que ese sentir nos represente a todos los que vivimos en torno a esa maravilla que es el mar Caribe".

Vicent, destacó que "la técnica narrativa y el poder de transportarnos a esos mundos tan maravillosos, tan reales y tan mágicos que nos absorben en esas sabrosas y cautivantes lecturas, ese inmenso poder creativo de García Márquez de mostrarnos las cosas interpretadas a su modo que es nuestro modo, es su gran aporte".

Por otro lado, El Gabo, ha demostrado un profundo interés en el cine, logrando participar desde muy joven en la realización de numerosas producciones, entre ellas, su primer cortometraje surrealista "La langosta azul".
En 1950, cursó estudios en el Centro Sperimentale Di Cinematografia di Roma (Cinecittá), teniendo como condiscípulos al argentino Fernando Birri y al cubano Julio García Espinosa, quienes más tarde, serían considerados fundadores del llamado Nuevo Cine Latinoamericano.

Desde 1986, García Márquez ejerce como presidente de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano con sede en La Habana. En ese mismo año, funda, junto a Fernando Birri y Julio García Espinosa y apoyados por el Comité de Cineastas de América Latina, la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en Cuba.

El escritor colombiano ha dedicado a la institución tiempo y dinero de su propio bolsillo para apoyar y financiar la carrera cinematográfica de jóvenes provenientes de América Latina, el Caribe, Asia y África.
En 2006, fue llevada a la gran pantalla su obra "El amor en los tiempos del cólera", escrita en 1985, con guión del sudafricano Ronald Harwood y bajo la batuta del director británico Mike Newell. Se grabó en Cartagena de Indias.

Actividad política

García Márquez se ha desempeñado como intermediario en conversaciones de paz entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno de su país, llevadas a cabo en Cuba. Asimismo, incursionó en el fallido proceso de paz entre el ex presidente colombiano Andrés Pastrana y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El autor, no sólo ha servido de mediador en su país, también colaboró en apoyo a la independencia de Puerto Rico para su descolonización y libre determinación.

Además de ser partícipe, colaborador y activista en numerosos eventos de paz, una de sus grandes virtudes y hazañas ha sido el apoyo permanente a Fidel Castro, su proceso socialista y a la revolución cubana.

Ha sido enfático en repudiar el bloqueo estadounidense impuesto en la isla, actitud que ha servido para instar a la cooperación de otros países hacia Cuba, evitando nuevas intervenciones norteamericanas.

La nueva Literatura Latinoamericana

Desde 1960, las letras hispanas experimentan un fenómeno trascendental: el surgimiento de un grupo de jóvenes escritores, narradores y novelistas.
Esta aparición de nuevos artistas de las letras, se conoció como la Nueva Literatura Latinoamericana. A partir de esta etapa, la llamada "nueva novela", adquirió un rol fundamental y contundente en América y en Europa.
Unos se destacaron como escritores y críticos literarios, quienes a su vez, narraban y valoraban las creaciones y obras de sus compañeros.

"La obra de García Márquez debemos considerarla como una creación comprometida con nuestros pueblos, puesto que al reivindicar personas y personalidades, hechos, lugares, pasiones y sentimientos (dentro de una atmósfera envuelta en la magia y en las creencias), dotan a su obra de una fuerza creadora que ha sido capaz de conmover a todos", agrega Wolfgang Vicent.

Un gran ejemplo de esta Nueva Literatura Latinoamericana la representa "Cien Años de Soledad", la cual, a partir de la incursión de su autor Gabriel García Márquez en esta corriente, la novela se convierte en un territorio imaginativo que totaliza la realidad en todos los planos.

"Llevar el ambiente de Aracataca al mundo entero envuelto en las sábanas de Remedios la bella y en el embrujo de Melquíades es definitivamente hermoso y conmovedor. El realismo mágico es el elemento que le da a su obra esa espiritualidad y esa sensibilidad que nos identifica como latinos de este arco caribeño que tan alto lleva el Gabo", analizó Vicent.

La consagración

"Cien años de soledad", fue concebida gracias a la repentina visión de su creador, la cual se manifestó en 1966, cuando García Márquez se trasladaba desde Ciudad de México hacia Acapulco.
La concreción de la novela, que durante 17 años venía esculpiendo el Gabo en su imaginación, fue madurando su contenido y cobró vida cuando el autor dispuso que era el momento de sentarse a escribirla.

Durante los siguientes 18 meses, el escritor colombiano trabajó ocho y más horas diarias en su gran referencia literaria, hasta que finalmente en 1967, nació uno de los libros que más traducciones ha merecido (al menos 30 idiomas), "Cien años de soledad".

La historia cuenta, en un universo cíclico, historias fantásticas, pestes de insomnio, diluvios, fertilidad desmedida, levitaciones, entre otras interesantes innovaciones. Es una gran metáfora en la que, a la vez que se narra la historia de las generaciones de los Buendía en el mundo mágico de Macondo, desde la fundación del pueblo hasta la completa extinción de la estirpe, se cuenta de manera insuperable la historia colombiana desde después del Libertador hasta los años treinta del presente siglo.

Premio Nobel de Literatura

El geógrafo y crítico Wolfgang R. Vicent V., considera al Gabo como el autor latinoamericano "que más nos ha fascinado como escritor, hay cosas que de él llaman la atención, en primer lugar su extracción humilde y el área geográfica a la que ha estado vinculado, al Caribe", características que han hecho evolucionar al escritor para convertirlo en el gran hombre sensible y social que representa en nuestros días.

La madrugada del 21 de octubre de 1982, Gabriel García Márquez recibió una esperada noticia en México, la Academia Sueca le otorgaba el tan ansiado Premio Nobel de Literatura, "por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente", como lo explicara la directiva de la Academia sueca.

Esta prestigiosa designación, fue en Colombia y toda Latinoamérica, un gran acontecimiento cultural.
El escritor mexicano Juan Rulfo, perteneciente a la generación del 52 y autor de la novela "Pedro Páramo", considerada por la crítica como una de las obras maestras de la literatura latinoamericana, señaló: "Por primera vez después de muchos años se ha dado un premio de literatura justo".

La ceremonia de entrega del Premio Nobel, se llevó a cabo en Estocolmo, capital sueca, entre los días 8, 9 y 10 de diciembre de 1982.
Poco después se conoció que el galardón fue disputado con Graham Greene (escritor, guionista y crítico británico, cuya obra explora la confusión del hombre moderno, tratando asuntos política o moralmente ambiguos en un trasfondo contemporáneo), y Günther Grass (escritor y artista alemán, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, y diecisiete años después el Premio Nobel de Literatura en 1999).

García Márquez asistió a la entrega del premio, engalanado en un clásico e impecable liqui-liqui de lino blanco, debido a que era el traje que usaba su abuelo, y el que portaban los coroneles de las guerras civiles, además que continuaba siendo de etiqueta en el Caribe Continental.

El discurso "La soledad de América Latina", leído por García Márquez el miércoles 8 de diciembre de 1982, ante la Academia Sueca en presencia de 400 invitados, fue traducido simultáneamente a ocho idiomas.
Su disertación intentó acabar con los tradicionalismos y frases hechas con las que Europa describía a América Latina, destacó la ausencia de atención de los países desarrollados ante nuestro continente.
El autor neogranadino explicó la manera errática en que los países de Europa han subestimado a Latinoamérica, exhortando a un cambio hacia la apreciación de nuestros pueblos.

"La soledad de América Latina", se transformó en una pieza literaria en sí misma, con un profundo estilo y contenido americanista; una oda a la fe en el destino del nuestro pueblos.
El Gabo, con su discurso, insistió en su compromiso con las naciones de esta parte del mundo, convencido de que "el subdesarrollo total, integral, afecta todos los elementos de la vida latinoamericana", haciendo hincapié en el deber que es eje fundamental de los escritores de nuestro continente: la realidad social.
Un extracto del discurso dice: "La violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia, son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento (...). Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida."

Ante el acto de entrega del prestigioso galardón al escritor, el gobierno colombiano de ese entonces, presidido por Belisario Betancur, organizó un tradicional espectáculo folclórico en Estocolmo.
Asimismo, ordenó la emisión de sellos con la efigie de Gabriel García Márquez dibujada por el pintor Juan Antonio Roda, a lo que el escritor agradeció: "El sueño de mi vida es que esta estampilla sólo lleve cartas de amor".

A partir de recibir el Nobel de Literatura, diferentes medios de comunicación iniciaron un seguimiento permanente al autor para conocer su experiencia, destacar su vida y sus aportes a la literatura latinoamericana.
No obstante, en marzo de 1983, García Márquez regresó al Callejón de Santa Clara, en el tradicional barrio de Manga ubicado en Cartagena, donde le esperaba su madre, doña Luisa Santiaga Márquez de García.

Luego de convertirse en un laureado escritor, el Gabo se consagró como modelo de la cultura nacional, latinoamericana y mundial. Sus grandes contribuciones y conocimientos en gran variedad de temas, marcaron una gran influencia en las letras hispanas.

El premio Nobel de Literatura, "es un reconocimiento que Gabo hace extensivo a los latinoamericanos que vivimos en torno al mar Caribe. Indudablemente un premio bien concedido y recibido", elogió el crítico literario Vicent.
La manera de narrar sus historias, son un referente mundial, debido a que García Márquez emplea numerosas técnicas en el arte de la escritura, donde convergen la identidad de América Latina, su protagonismo y realidad social, mezcladas con un lenguaje poético que evoca nuestros propios recuerdos, nuestra propia historia.

Vicent: "Es un reconocimiento a la creación de todos, es el premio a todo el esfuerzo hecho por el Gabo en su trabajo creador, en el que cada uno de nosotros podría identificarse con alguno de los personajes de su inmensa obra; o nuestros nombres o actos podrían ser tomados en préstamo por el autor para darle más vitalidad a su trabajo e incluso darle un sentido más práctico".
Su intención no es afinar o endulzar la crudeza de sus narraciones, por el contrario, consiste en mostrarlas con una sintonía entre la lírica y las cicatrices históricas de nuestros pueblos, digna característica de uno de los más grandes escritores que ha visto nacer este lado del mundo.

"Sus vivencias, su experiencia de vida colmaron a un ser creativo que con su pluma nos ha llenado de prosa, historia y fantasía", puntualizó Wolfgang Vicent.
"Es un bonito tributo al pueblo y a la tierra que pisamos, poner de manifiesto el comportamiento de las personas y las personalidades de la costa caribeñas, sus serranías y planicies con sus ríos, puentes y poblados, que han sido cruzados por libertadores, indios, mestizos, comerciantes, traficantes, seres apasionados y constantes, que viven realidades que se mezclan con la fantasía dan el marco ideal para la narración, para la poesía".

"Todo eso que queda definitivamente marcado para formar parte del exhuberante mundo de García Márquez", señaló Wolfgang Vicent ante el genial empeño del nobel escritor colombiano en mostrar al mundo las realidades de familias, personajes ilustres, personajes fantásticos y en hasta de sí mismo en cada libro.

"Soy escritor por timidez. Mi verdadera vocación es la del presdigitador, pero me ofusco tanto tratando de hacer un truco, que he tenido que refugiarme en la soledad de la literatura."
G.G.M
"Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra".
G.G.M.


Obras

Ojos de perro azul, 1950 (Sólo el cuento con este nombre), La Hojarasca, 1955, Relato de un náufrago (edición en formato de serie periódica), 1955, El caníbal, 1955, Un día después del sábado, 1955, La mala hora, 1961, El coronel no tiene quien le escriba, 1961, Los funerales de la Mamá Grande, 1962, Rosas artificiales 1962, Un señor muy viejo con unas alas enormes, 1966, Cien años de soledad, 1967, Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo, 1968, Relato de un náufrago (edición en formato libro), 1970, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada, 1972, Cuando era feliz e indocumentado, 1973, Ojos de perro azul, 1973 (libro recopilatorio de cuentos), Chile, el golpe y los gringos, 1974, El otoño del patriarca, 1975, Todos los cuentos (1947-1972), 1976, Crónica de una muerte anunciada, 1981, Textos costeños, 1981, Viva Sandino, 1982, El olor de la guayaba, 1982, El secuestro, 1982, El asalto: el operativo con el que el FSLN se lanzó al mundo, 1983, Eréndira, 1983, El amor en los tiempos del cólera, 1985, Las aventuras de Miguel Littín clandestino en Chile, 1986, El general en su laberinto, 1989, Doce cuentos peregrinos, 1992, Diatriba de amor contra un hombre sentado, 1994, Del amor y otros demonios, 1994, Noticia de un secuestro, 1996, Obra periodística 1: Textos costeños (1948-1952), Obra periodística 2: Entre cachacos (1954-1955), Obra periodística 3: De Europa y América (1955-1960), Obra periodística 4: Por la libre (1974-1995), Obra periodística 5: Notas de prensa (1980-1984), Vivir para contarla, 2002, Memoria de mis putas tristes, 2004, El rastro de tu sangre en la nieve.

Premios y reconocimientos recibidos

Premio de la Novela ESSO por "La mala hora" (1961), Doctorado honoris causa de la Universidad de Columbia en Nueva York (1971), Medalla de la legión de honor francés en París (1981), Condecoración Águila Azteca en México (1982), Premio Nobel de Literatura en Estocolmo (1982), Premio cuarenta años del Círculo de Periodistas (1985), Miembro honorario del Instituto Caro y Cuervo en Bogotá (1993), Doctorado honoris causa de la Universidad de Cádiz (1994).

Curiosidades en torno al Gabo

En 1985 cambió la máquina de escribir por el computador.
Su esposa Mercedes Barcha siempre ha colocado un ramo de rosas amarillas en su mesa de trabajo, flores que García Márquez considera de buena suerte.
Un vigilante autorretrato de Alejandro Obregón, que el pintor le regaló y al que quiso matar en una noche de locos con cinco tiros del calibre 38, preside su estudio.

Finalmente, dos de sus compañeros periodísticos, Álvaro Cepeda Samudio y Germán Vargas Cantillo, murieron, cumpliendo cierta predicción escrita en Cien años de soledad.

martes, 18 de mayo de 2010

EL BRINDIS DEL BOHEMIO- Guillermo Aguirre Fierro- El Paso, Texas 1915


A MI MADRE, ALICIA MERCEDES GONZÁLEZ CAMACHO Y A TODAS LAS MADRES

EL BRINDIS DEL BOHEMIO

En torno de una mesa de cantina, una noche de invierno, regocijadamente departían seis alegres bohemios.

Los ecos de sus risas escapaban y de aquel barrio quieto iban a interrumpir el imponente y profundo silencio.

El humo de olorosos cigarrillos en espirales se elevaba al cielo, simbolizando al resolverse en nada, la vida de los sueños.

Pero en todos los labios había risas, inspiración en todos los cerebros, y, repartidas en la mesa, copas pletóricas de ron, whisky o ajenjo.

Era curioso ver aquel conjunto, aquel grupo bohemio, del que brotaba la palabra chusca, la que vierte veneno, lo mismo que, melosa y delicada, la música de un verso.

A cada nueva libación, las penas hallábanse más lejos del grupo, y nueva inspiración llegaba a todos los cerebros, con el idilio roto que venía en alas del recuerdo.

Olvidaba decir que aquella noche, aquel grupo bohemio celebraba entre risas, libaciones, chascarrillos y versos, la agonía de un año que amarguras dejó en todos los pechos, y la llegada, consecuencia lógica, del "feliz año nuevo"…

Una voz varonil dijo de pronto:
- Las doce, compañeros; digamos el "requiescat" por el año que ha pasado a formar entre los muertos. ¡Brindemos por el año que comienza! porque nos traiga ensueños; porque no sea su equipaje un cúmulo de amargos desconsuelos.

- Brindo, dijo otra voz, por la esperanza que la vida nos lanza, de vencer los rigores del destino, por la esperanza, nuestra dulce amiga, que las penas mitiga y convierte en vergel nuestro camino.

Brindo porque ya hubiese a mi existencia puesto fin con violencia, esgrimiendo en mi frente la venganza; si en mi cielo de tul limpio y divino no alumbrara mí sino una estrella brillante: Mi esperanza.

¡Bravo!, dijeron todos, inspirado esta noche has estado y hablaste breve, bueno y substancioso.

El turno es de Raúl; alce su copa y brinde por Europa, ya que su extranjerismo es delicioso…

Bebo y brindo, clamó el interpelado; por mi pasado, que fue de luz, de amor y de alegría, en el que hubo mujeres seductoras y frentes soñadoras que se juntaron con la frente mía…

Brindo por el ayer que en la amargura que hoy cubre de negrura mi corazón, esparza sus consuelos trayendo hasta mi mente las dulzuras de goces, de ternuras, de dichas, de delicias, de placeres.

-Yo brindo, dijo Juan, porque en mi mente brote un torrente de inspiración divina y seductora, porque vibre en las cuerdas de mi lira el verso que suspira, que sonríe, que canta y que enamora.

Brindo porque mis versos cual saetas lleguen hasta las grietas formadas de metal y de granito, del corazón de la mujer ingrata que a desdenes me mata… ¡pero que tiene un cuerpo muy bonito!

Porque a su corazón llegue mi canto, porque enjuguen mi llanto sus manos que me causan embelesos; porque con creces mi pasión me pague… ¡Vamos!, porque me embriague con el divino néctar de sus besos.

Siguió la tempestad de frases vanas, toscas y tan humanas que hallan en todas partes acomodo, y en cada frase de entusiasmo ardiente, hubo ovación creciente, y libaciones, y reír, y todo.

Se brindó por la patria, por las flores, por los castos amores que hacen un valladar de una ventana, y por esas pasiones voluptuosas que el fango del placer llena de rosas y hacen de la mujer la cortesana.

Sólo faltaba un brindis, el de Arturo, el del bohemio puro, de noble corazón y gran cabeza; aquel que sin ambages declaraba 'que sólo ambicionaba robarle inspiración a la tristeza'.

Por todos estrechado, alzó la copa frente a la alegre tropa desbordante de risa y de contento los inundó en la luz de una mirada, sacudió su melena alborotada y dijo así, con inspirado acento:

-Brindo por la mujer, mas no por esa en la que halláis consuelo en la tristeza, rescoldo del placer desventurado… No por esa que os brinda sus hechizos cuando besáis sus rizos
artificiosamente perfumados.

Yo no brindo por ella, compañeros, siento por esta vez no complaceros… Brindo por la mujer, pero por una, por la que me brindó sus embelesos y me envolvió en sus besos; por la mujer que me arrulló en la cuna…

Por la mujer que me enseñó de niño lo que vale el cariño exquisito, profundo y verdadero; por la mujer que me arrulló en sus brazos y que me dio en pedazos uno por uno, el corazón entero.

¡Por mi madre! bohemios, por la anciana que piensa en el mañana como en algo muy dulce y muy deseado, porque sueña tal vez que mi destino me señale el camino por el que volveré pronto a su lado.

Por la anciana adorada y bendecida, por la que con su sangre me dio la vida, y ternura y cariño; por la que fue la luz del alma mía; y lloró de alegría sintiendo mi cabeza en su corpiño.

Por esa brindo yo, dejad que llore, y en lágrimas desfogue esta pena letal que me asesina; dejad que brinde por mi madre ausente, por la que llora y siente que mi ausencia es un fuego que calcina.

Por la anciana infeliz que sufre y llora y que del cielo implora que vuelva yo muy pronto a estar con ella; Por mi madre bohemios, que es dulzura vertida en mi amargura y en esta noche de mi vida, estrella…

El bohemio calló; ningún acento profanó el sentimiento nacido del dolor y la ternura, y pareció que sobre aquel ambiente flotaba inmensamente un poema de amor y de amargura.

Guillermo Aguirre Fierro- El Paso, Texas 1915

























Una Sonrisa no cuesta nada
y produce mucho
Enriquece a quienes la reciben
Sin empobrecer a quienes la dan
No dura más que un instante
Pero su recuerdo es a veces eterno
Nadie es demasiado rico para prescindir de ella
Nadie es demasiado pobre para no merecerla
Da felicidad en el hogar, apoyo en el trabajo
Es el símbolo de la amistad
Una sonrisa da reposo al cansado
Anima a los más deprimidos
No puede ni comprar, ni prestar, ni robar
Pues es una cosa que no tiene valor
Hasta el momento en que se da
Y si alguna vez te tropiezas con alguien
Que no sabe dar una sonrisa más
Se generoso, déle la tuya
Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa
Como el que no se la puede dar a los demás.

MAHATMA GANDHI